Santa Cecilia en la Cathédrale Sainte Cécile de Albi, Francia
Hoy es Santa Cecilia, patrona de la musica y los músicos. También es patrona de los ciegos, pues Cecilia en latín significa "ciego", y patrona de la ciudad francesa de Albi, donde nació Toulouse Lautrec.
Santa Cecilia es la patrona de la música, pero, por lo que sabíamos de ella, que era una mujer romana de alta alcurnia, no debería tener nada que ver con esta disciplina, así que hemos estado investigando un poco y hemos encontrado una página magnífica en la que hemos encontrado la respuesta a nuestra pregunta.
La página se llama "Catequesis en familia", del grupo editorial Casals (en este enlace) y nos hemos permitico copiar el capítulo dedicado al por qué del nombramiento de Santa Cecilia como patrona de la Música.
¿Por qué es patrona de la Música?
Es
universalmente reconocida como patrona de los músicos y ningún Santo
posterior le ha arrebatado este papel en la cultura y devoción
cristianas, ni siquiera aquellos que sí fueron músicos en su vida
terrenal, o protegieron la música mediante el mecenazgo. ¿Por qué? Vamos
a verlo.
Por
sorprendente que nos parezca a los que estamos acostumbrados a asociarla
a la música, hasta pasada la Edad Media realmente no tuvo nada que ver
con tal. De hecho, durante la Edad Media, el patrón de los músicos fue
San Juan Bautista (!!). Esto se debe, en primer lugar, porque a su
nacimiento su padre Zacarías entonó el Benedictus, y éste acabó por
convertirse en el himno oficial de laudes que se cantaba diariamente por
las mañanas en las comunidades monásticas. Y en segundo lugar porque
algo tendrá que ver eso de "Oíd la voz que clama en el desierto..." y
buena voz debió tener el Precursor para predicar en esas zonas tan
yermas y abiertas, donde la voz la engulle el viento. Aunque en
principio ni una cosa ni otra tengan mucho que ver con el canto en sí
(en todo caso, ¿no debió ser Zacarías, y no Juan, el escogido como
protector de los músicos?). Sin embargo a partir del Renacimiento es
Cecilia, la mártir romana, quien reemplaza al Bautista en esta función
de protectora de los músicos.
No fue
un cambio brusco, de la noche a la mañana. En Historia las cosas jamás
son así. Ya en muchos manuscritos medievales iluminados, así como en
tablas góticas, Cecilia empezó a ser representada con un atributo que
nos recuerda claramente al canto y a la música: una ave canora, esto es,
un pajarito de especie indefinida, posado en sus dedos, que sin duda
alude a esas especies de aves que tienen una gran capacidad de canto y
entonación para atraer a las hembras. Son los primeros indicios que
luego se convertirán en atributos más sonantes en este sentido: los
instrumentos musicales. Pero incluso célebres artistas góticos como
Cimabue y el Beato Angélico la representaron únicamente con la palma del
martirio. Nada musical había aún en ella.
Pero
antes de seguir con la iconografía, la pregunta esencial: ¿por qué una
antigua mártir romana que jamás había tenido nada que ver con la música,
de repente empieza a aparecer con atributos musicales? Como era de
esperar, esto es a causa de una interpretación errónea de un pasaje de
su –ya de por sí- inventada passio. Concretamente el pasaje "cantantibus
organis illa in corde suo decantabat" (que se traduce como "mientras
sonaban los instrumentos, ella cantaba a Dios en su corazón"). Se
refiere al pasaje que menciona su boda con Valeriano y comenta que
mientras sonaban los instrumentos y la algarabía de los músicos y
bailarines en el salón del banquete, ella interiormente le rogaba a Dios
que la preservara virgen en su noche de bodas. Esto se ha quedado
anclado en el oficio divino dedicado a la Santa el día de su fiesta,
donde el himno de maitines ("in corde suo soli Domino decantabat") y en
laudes y vísperas, donde una antífona reza:"Cantantibus organis,
Concilia Domino decantabat dicens: Fiat cor deum inmaculatum ut non
confundar"("cantaba diciendo, Dios, haz mi corazón inmaculado para que
no sea confundida").
Santa Cecilia en la iglesia de Santa Cecilia in Trastévere
Una iglesia pequeña y preciosa de Roma
A
partir de esta interpretación, que data del siglo XV, empezó a creerse
que Cecilia era músico o cantora, cuando sabemos que en la Antigüedad, y
especialmente en la sociedad romana, a las mujeres de alta alcurnia no
se les permitía aprender música ni canto; y no por machismo, sino porque
el canto y la música eran consideradas actividades libertinas, de baja
estofa, propias de gentuza y de esclavos, y por tanto indignas de una
matrona romana. Pero, ¿es que fue Cecilia una matrona romana? ¡Eso si
aceptamos la passio! Y como ya vimos, es inventada, por lo que ni
podemos afirmar ni negar nada. No sabemos nada de ella.
Pero
dejando aparte estas divagaciones, aún queda ver cómo posteriores
interpretaciones, todavía peores que esta primera, propias del
desvirtuamiento del latín clásico, llegaron a traducir este pasaje como
"y mientras sonaba el órgano, ella cantaba a Dios...". "Organis"
traducido como "órgano", ¡un instrumento musical que no existió hasta la
época barroca, y por tanto, mucho menos existía en la Antigüedad! Y
hete aquí que Cecilia empezó a aparecer, no ya oyendo sonar el órgano,
sino tocándolo ella misma... un instrumento inexistente en su época, una
actividad indigna de su supuesto estatus. El colmo de los
despropósitos.
Posteriormente,
en el arte ya tardío, manierista y neoclásico, se ha querido arreglar
este desastre poniéndola como cantora, o dándole instrumentos más
propios de la época, como arpas o liras; pero lo cierto es que siguen
siendo instrumentos musicales que sólo se hubiera permitido manejar a
una esclava. Por último, hay quien propone que quizá organis hiciera
referencia a los instrumentos, no de música, sino de tortura ("y
mientras la torturaban, ella cantaba al Señor en su corazón"); lo cual
es bellísimo, pero igualmente ridículo: a una matrona de su alcurnia
jamás se la hubiera sometido a tortura, pues la ciudadanía romana la
preservaba de ello. Vuelvo a insistir: eso si aceptamos la passio, que
no es aceptable.
Es por
esto que desde la mitad del siglo XVI, especialmente en Francia, todos
los músicos la festejan como patrona, hasta día de hoy, el 22 de
noviembre. Pero como hemos visto, es más que probable que ella jamás
tuviese nada que ver con la música o el canto, ya que todas las
interpretaciones posteriores que se lo atribuyen son tardías y basadas
en un error de lectura de una passio que ya es legendaria en sí misma.
Mientras tanto, nuestra pobre Cecilia sigue cargando con instrumentos de
música allá donde va, y si no fuera por esto, quién sabe si haría
tiempo que hubiera sido olvidada como tantas otras. Bienvenido sea,
pues, tal error, y sigan invocándola los músicos y cantores, para que su
memoria no se pierda.